Las rapaces irrecuperables en Tierra Rapaz tienen una segunda oportunidad gracias a la Fundación Tierra Rapaz.
Los centros de recuperación dan los cuidados veterinarios necesarios a las distintas lesiones que presentan las rapaces después de ser localizadas tras sufrir un accidente. El choque con un tendido eléctrico, un atropello, disparos realizados por furtivos, suelen ser las causas más comunes de las heridas y traumatismos que sufren las aves rapaces. Una vez curadas de las lesiones, estas aves, son reintroducidas a la naturaleza pero…¿Qué ocurre si esas lesiones son permanentes y les impiden volar, cazar o las dejan vulnerables a ser depredadas, etc? En estos casos, los centros de recuperación, con un espacio limitado, ya no pueden hacer más por ellas teniendo por ello que sacrificarlas.
La Fundación Tierra Rapaz solicita a las rapaces irrecuperables a diferentes centros de recuperación en España donde no pueden seguir albergándolas para evitar su sacrificio y darles una segunda oportunidad.
Estas aves irrecuperables tienen una nueva vida en el parque Tierra Rapaz, un lugar especializado en aves rapaces, donde disponen de grandes aviarios, de ejercicios de enriquecimiento ambiental que realizan con el equipo de biólogos y de todos los cuidados veterinarios necesarios.
Algunas de estas aves, son protagonistas en la demostración de comportamiento natural que ofrece el parque Tierra Rapaz donde, además de poder actuar como lo harían en la naturaleza, planeando, comiendo de la falsa carroña, rompiendo falsos huevos de avestruz…,enseñan a los visitantes lo que se debe y no se debe hacer a las aves rapaces y sus consecuencias.
Gaspar el alimoche o su pareja Gastona, que llegaron desde un centro de recuperación tras sufrir el disparo de un furtivo que imposibilitó que pudieran volver a volar con normalidad o de los buitres leonados Gilbert, Frodo, Lerín o Jasper, entre otros, con problemas en las alas que les impide volar aunque, alguno de ellos sí puede planear y para ello en Tierra Rapaz se construyó una torre de 45m desde donde estos luchadores pueden volver a sentir el viento entre sus plumas.
Empresas y particulares aportan su granito de arena para el cuidado de estos animales mediante un programa de apadrinamiento y donaciones de muy diferentes importes.
Gracias a la colaboración de padrinos y patrocinadores, que son un gran impulso para continuar con el cuidado de estas más de 50 aves irrecuperables
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